¿Una nueva forma de educar?

por LUCÍA CAPRA

Cuando todo esto termine todos sabemos que habrá un antes y un después, pero nadie sabe de qué estará hecho ese después.
Nadie sabía que esto iba a pasar. Que nuestro ritmo de vida iba cambiar de un día para el otro. Pero también en términos de educación todo cambió: de un día para el otro los maestros y alumnos no fueron más a la escuela y debieron amoldarse para seguir con el ritmo de todos los días con las herramientas que tenían en la casa. Aquí el problema, muchas de esas herramientas no estaban.
Marcela Beatriz Rodríguez, es Profesora de Historia, con Post título en Licenciada en
la Enseñanza de la Historia en la Universidad Nacional de Río Cuarto. Actualmente ejerce como Vice Directora Titular desde el año 2013 en la Escuela N° 431 “Ángela Nelly Chenau de Vecino” en Villa Mercedes San Luis, y tiene 32 años en el Sistema Educativo Provincial. Ella nos comenta cómo actúan los docentes, cuál es su rol en la institución y cuáles son sus consideraciones con respecto a la situación sanitaria que estamos viviendo.

 Los primeros pasos en falso

Se ha considerado que el principal error fue sugerir que la educación a distancia
podría utilizarse para seguir con el programa de tal manera que, cuando se reanudara, se podría suponer que todo había ido normalmente y que se podría continuar con la enseñanza. Pero lo cierto es que la educación a distancia puso muy rápidamente en primer plano cuestiones familiares que tienen que ver con los recursos tecnológicos tales como: acceso a internet, tablet, netbook, notebook, celulares. Si bien eran bien conocidas, se revelaron a todo el personal docente.

Marcela sostiene que estas circunstancias que se presentan, traen repercusiones en los estudiantes en primer término, y luego en los docentes que deberán volver a equilibrar las
“balanzas” pedagógico-didácticas para lograr la equidad en la formación de los alumnos.

María Gabriela Landa, docente de 2° grado del colegio, nos explica que es muy complicada la asignación de tareas y la comunicación entre sus alumnos por diferentes motivos, el principal: los soportes tecnológicos otorgados por el gobierno. Además expresa, que una semana antes que comience el aislamiento social preventivo y obligatorio, no tenían en claro qué debían hacer con las actividades de los alumnos. “Recién el día 23/04 tuvimos disponible la plataforma a nivel provincial. Durante ese tiempo a los alumnos en mi caso, le daba actividades a través de un grupo cerrado de Facebook.” 
Los estudiantes de toda la provincia perdieron una semana hasta que les habilitaron la plataforma. Además, no todos cuentan con las herramientas tecnológicas. Tal es el caso de los alumnos de Gabriela, que solamente la mitad puede ingresar a las aulas virtuales y solo dos tienen las Tablet que les entregó el gobierno el año pasado.

 Paso a paso

En esta una cadena del proceso de educación, el siguiente error fue no capacitar a las docentes para poder utilizar las herramientas tecnológicas que él mismo otorgó, tal como lo cuenta Marcela
Rodríguez: “si bien el estado Provincial dotó, porque es una política de Estado, la entrega de los soportes tecnológicos, una vez adquiridos no hubo eltratamiento de cuidado  de los mismos.
Hoy esa carencia pesa en la equidad que debió tener cada estudiante para resolver exitosamente esta situación excepcional, y eso podrá (lo escribo en potencial) traerá aparejadas las desventajas o más bien las brechas entre los estudiantes con un acceso y acompañamiento de sus tutores porque están formados y ayudan a sus hijos, de aquellos que sólo estudian a través de un celular que presenta inconvenientes de crédito, conectividad, roturas/reparación, etc.”

Con este escenario, vemos que los docentes y alumnos tienen que indagar ellos mismos en las plataformas para poder entender lo que se les impone desde el gobierno, sin ninguna ayuda o guía
previa. Esto obviamente, dificulta la tarea de ambos lados: los profesores “pierden tiempo” en entender primero la plataforma, luego subir la actividad y por último, y no menos importante, enseñarles a los alumnos a usar la plataforma: los guían para que encuentren las tareas, las
hagan y luego subirlas para que el docente las corrija. Todo este tiempo, se podría haber reducido a cursos o capacitaciones para ambas partes, además y sobre todo, para que estos elementos se aprovecharan al máximo para el proceso enseñanza-aprendizaje.

Una de las mayores desventajas para los docentes, sobre todo, es la forma que se da esta nueva enseñanza. “No es lo mismo el mirarlos y escuchar sus conclusiones a los interrogantes que les planteo en clase.” afirma Gabriela.

Mabel con respecto a esto sostiene: “Hay algo que quedó y va a quedar siempre muy claro, que por más herramientas y metodología que haya nunca nada va a reemplazar a la presencia del docente en comunicación directa con el alumno en el aula.”

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